El Cid (entrada #38)

jueves, 30 de octubre de 2008


El rastro del Cid que, desde la escuela, sigue todo lector lleva directo a la Biblioteca Nacional de España del madrileño paseo de Recoletos. Allí, descansa el Cantar de Mio Cid, códice del siglo XIII resguardado de años de historia, testigo de las andanzas épicas del Campeador.

Si pasamos sus páginas y seguimos el camino marcado en ellas, llegamos irremediablemente a la cuna del Cid …

Vivar del Cid, en la provincia de Burgos, pone en ruta al viajero tras las huellas del héroe castellano. Desde aquí partió el Cid Campeador hacia su destierro, a lo largo de un camino hoy legendario, que en su primera etapa nos conduce por el Burgos más medieval hasta el monasterio de San Pedro de Cardeña, estrechamente ligado a la mitología cidiana.

Rodrigo Díaz de Vivar (Vivar del Cid, Burgos, hacia 1043[1] o 1048-1050[2]Valencia, 1099) fue un hidalgo y guerrero castellano.

Conocido como El Cid Campeador, Mio Cid o El Cid (del árabe dialectal سيد sīdi, 'señor', y del latín campae docto, 'diestro en el campo de batalla', 'conocedor de la batalla'), llegó a dominar al frente de su propia mesnada prácticamente todo el oriente de la Península Ibérica a finales del siglo XI, de forma autónoma respecto de la autoridad de rey alguno, aunque con el beneplácito del rey Alfonso VI, de quien Rodrigo siempre se consideró vasallo. Se trata de una figura histórica y legendaria de la Reconquista española, cuya vida es la base del más importante cantar de gesta de la literatura española, el Cantar de mio Cid.

Según el autor musulmán andalusí Ibn Bassam (1109):[3



Fdo: CAROLINA OCAÑA PEÑA, NATALIA RIOS GUTIERREZ Y ANA GONZALEZ GOMEZ.

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